¿Quién dijo que jugar videojuegos y sacar buenas notas son caminos opuestos? Durante años, los videojuegos han sido los grandes villanos de los padres, los enemigos jurados de la concentración, los ladrones del tiempo de estudio. Pero, ¿y si te dijéramos que con un poco de estrategia, mando en mano y mochila al hombro, puedes tener lo mejor de ambos mundos? No hablamos de magia, sino de organización, motivación y un poco de psicología gamer aplicada a los deberes. La relación entre videojuegos y estudios es posible, pero hay que saber cómo hacerlo.
La clave está en el equilibrio. Porque sí, es posible llegar a nivel 50 en tu juego favorito y aprobar ese examen de matemáticas que parece diseñado por un villano final. Y lo mejor es que los videojuegos no solo no tienen por qué restar rendimiento académico, sino que pueden potenciar habilidades como la memoria, la lógica, la toma de decisiones y hasta la gestión del estrés. ¿Listo para desbloquear este logro?
Eso sí. Hay varias preguntas que tenemos que tener claras, como cuántas horas pueden jugar los niños a videojuegos, que no deben ser muchas. Como decimos, el equilibrio será fundamental. ¿Por qué? En primer lugar, porque hemos de inculcar las verdaderas prioridades, pero jamás prohibir totalmente cualquier otra actividad. El juego también es necesario para nuestros críos.
La mezcla de videojuegos y estudios: el eterno dilema de los padres
Combinar videojuegos y estudios puede parecer una misión imposible, pero con algunos trucos bien pensados, se puede convertir en una partida ganadora. Aquí tienes una lista de consejos para que el juego no te quite puntos en la vida real:- Crea un horario gamer-académico: Divide tu día entre bloques de estudio y tiempo de juego. Puedes usar los videojuegos como recompensa después de un buen rato de concentración. Así, tu cerebro asocia el estudio con un final feliz.
- Estudia con técnicas «gaming»: Convierte tus sesiones de estudio en un juego. Usa apps que te den puntos, niveles o logros por avanzar con el temario. Si algo te mantiene enganchado a la consola, ¿por qué no aplicarlo al aprendizaje?
- Juega a juegos que estimulen el cerebro: Hay videojuegos que te hacen pensar más que un examen tipo test. Títulos de estrategia, puzzles o incluso simuladores pueden ayudarte a desarrollar habilidades útiles en clase.
- Evita las partidas maratónicas entre semana: ¡Atento a esto que es básico! Las madrugadas de juego pueden dejarte KO al día siguiente. Guarda las largas sesiones para el fin de semana y dale prioridad al descanso y al estudio entre semana. Tu rendimiento te lo agradecerá.
- Comunica tus límites: Si vives con tus padres o compañeros, pacta horarios y deja claro cuándo necesitas silencio para estudiar… y cuándo no te pueden interrumpir porque estás salvando el mundo.